La UTP: el motor del desarrollo y la innovación en Risaralda

Por Rey Álvarez, Columnista.

El gobernador de Risaralda, Juan Diego Patiño Ochoa, ha puesto sobre la mesa un tema que no puede pasar desapercibido: el papel fundamental de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), en el desarrollo económico, social y cultural del departamento. En rueda de prensa reciente, el mandatario destacó los avances y proyectos que, de la mano de la UTP, están transformando a Risaralda. Y no es para menos, porque la universidad no solo forma profesionales, sino que también impulsa iniciativas que impactan directamente en la calidad de vida de los risaraldenses.

Uno de los proyectos más emblemáticos es el Centro de Innovación y Biodiversidad (CIBI), una apuesta que supera los 50 mil millones de pesos y que promete convertir a Dosquebradas en un referente turístico y científico. Este proyecto, liderado por el rector de  la UTP, Luis Fernando Gaviria, es un ejemplo claro de cómo la articulación entre el sector público y la academia puede generar resultados tangibles. No se trata solo de construir infraestructura, sino de crear oportunidades para la investigación, la innovación y el emprendimiento.

Pero la UTP no se limita a proyectos de gran envergadura. Su impacto se extiende a los municipios más alejados del departamento, donde la educación superior era, hasta hace poco, un sueño lejano para muchos jóvenes. A través de programas como Risaralda Profesional, la Gobernación y la UTP están subsidiando a más de 500 estudiantes y llevando carreras técnicas a municipios como Quinchía. Esta iniciativa no solo reduce la deserción estudiantil, sino que también forma mano de obra calificada para sectores estratégicos como la metalmecánica y la agroindustria, dos pilares de la economía risaraldense.

El gobernador Patiño también destacó el papel de la UTP en el Hospital Regional de Alta Complejidad, un proyecto que marcará un antes y un después en la atención médica de la región. Este hospital, que contará con una inversión de 320 mil millones de pesos, no solo mejorará la calidad de vida de los risaraldenses, sino que también fortalecerá la formación de profesionales de la salud. Además, el mandatario resaltó la importancia de mantener el carácter universitario del Hospital San Jorge, un esfuerzo que refleja el compromiso de la Gobernación y la UTP con la excelencia en la educación y la salud.

En el ámbito económico, Risaralda se consolida como el segundo exportador no mineroenergético del país, con productos como el café y el aguacate liderando el crecimiento. Este dinamismo no sería posible sin el aporte de la UTP, que forma a los profesionales que nuestras empresas necesitan y promueve la innovación en sectores clave.

Sin embargo, más allá de los números y las inversiones, lo que realmente destaca el gobernador en la rueda de prensa es la visión de futuro. Risaralda está avanzando, y lo está haciendo de la mano de una institución que, desde hace décadas, ha sido un pilar fundamental para el departamento. La UTP no solo forma profesionales, sino que también construye ciudadanía, promueve la innovación y contribuye al desarrollo sostenible.

En un momento en el que el país enfrenta desafíos económicos y sociales, el ejemplo de Risaralda y su alianza con la UTP es una luz de esperanza. Demuestra que, cuando el sector público y la academia trabajan juntos, los resultados son transformadores.

Como periodista, celebro este tipo de iniciativas y reconozco el esfuerzo del gobernador Patiño por visibilizar el trabajo de la UTP. Sin embargo, también es importante preguntarnos: ¿cómo podemos replicar este modelo en otras regiones del país? ¿Qué lecciones podemos aprender de la articulación entre la Gobernación de Risaralda y la UTP?

Risaralda está escribiendo una nueva historia, y la UTP es uno de sus protagonistas. Sigamos de cerca este proceso, porque el futuro del departamento depende de su capacidad para mantener este rumbo.

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