Rey Álvarez, columnista.
La Universidad Tecnológica de Pereira (UTP) liderada por el rector Luis Fernando Gaviria, a través de su Facultad de Ciencias de la Salud, ha dado un paso trascendental para el departamento de Risaralda y la región centro-occidente de Colombia con el lanzamiento de la Especialización en Ginecología y Obstetricia. Este programa no solo representa un avance académico, sino un compromiso tangible con la mejora de la salud materno-infantil, un área crítica que requiere atención prioritaria en nuestro país.
La creación de esta especialización responde a una necesidad urgente: la falta de especialistas capacitados para atender las complejidades de la salud sexual y reproductiva de las mujeres, así como las complicaciones que pueden surgir durante el embarazo, el parto y el posparto. En un contexto donde las cifras de mortalidad materna e infantil aún reflejan desafíos significativos, contar con profesionales altamente formados en ginecología y obstetricia es una herramienta clave para reducir estas estadísticas y garantizar una atención de calidad.
Risaralda, que hace siete años ocupaba el puesto 27 en indicadores de salud a nivel nacional, ha demostrado un progreso notable gracias a la inversión en infraestructura y formación médica. Sin embargo, el camino hacia la excelencia en salud requiere más que clínicas y hospitales; exige la formación de médicos especializados que puedan liderar la transformación del sistema de salud desde adentro. Este programa de la UTP no solo formará a los futuros ginecólogos y obstetras de la región, sino que también fortalecerá la docencia y la investigación en áreas críticas como la prevención de enfermedades gestacionales, la atención integral de la mujer y la promoción de la salud reproductiva.
Además, la especialización se destaca por su enfoque interdisciplinario y transdisciplinario, que involucra a actores clave como la Gobernación de Risaralda, la Liga Contra el Cáncer, y otras instituciones de salud. Este trabajo conjunto garantiza que los estudiantes no solo reciban una formación teórica sólida, sino que también tengan acceso a prácticas clínicas en hospitales de alta complejidad, como el Hospital San Jorge y la Clínica Comfamiliar. Este modelo de formación integral asegura que los egresados estén preparados para enfrentar los desafíos de la salud materno-infantil con herramientas innovadoras y un enfoque humanizado.
El impacto de este programa trasciende las fronteras de Risaralda. Al ser la UTP un referente académico en la región, la especialización atraerá a estudiantes de departamentos vecinos como Caldas, Quindío, Chocó y Norte del Valle, consolidando a Pereira como un hub de formación médica especializada. Esto no solo beneficiará a las comunidades locales, sino que también contribuirá a reducir las desigualdades en el acceso a la salud en zonas más apartadas.
Así como lo dijo el rector Luis Fernando Gaviria, en resumen, la Especialización en Ginecología y Obstetricia de la UTP es mucho más que un logro académico; es un compromiso con la vida, con la salud de las mujeres y los recién nacidos, y con el futuro de la región. Este programa representa un paso firme hacia la construcción de un sistema de salud más equitativo, eficiente y humano. Es, sin duda, un hito que merece ser celebrado y apoyado por todos los actores sociales, políticos y académicos de Risaralda y Colombia. La UTP ha demostrado que, con visión y trabajo en equipo, es posible transformar realidades y salvar vidas.